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JW Broadcasting agosto de 2023 - APUNTES
Kenneth Flodin – Ayudante del Comité de Enseñanza: Estamos muy contentos de estar aquí de nuevo en JW Broadcasting®. En este programa, vamos a hablar de cómo ser mejores maestros de la Palabra de Dios. También conoceremos a Dilan e Isaac. Ellos nos contarán cómo hicieron frente a la presión de sus compañeros de clase. También conoceremos a Maria Kaloyanoff. Durante los años sesenta ella introdujo a escondidas, en la Europa comunista, cientos de publicaciones bíblicas.
¿Por qué estuvo dispuesta esta joven
madre a arriesgarse una y otra vez a que la metieran en la cárcel? Y, por
último, disfrutaremos de un hermoso video musical que nos mostrará lo mucho que
Jehová valora los sacrificios que hacemos por él, aunque no podamos
hacer tanto como nos gustaría. Este es el programa de agosto de 2023 de
JW Broadcasting.
¿Es importante usar comparaciones al enseñar? ¿O piensa usted que son solo paja? Algo de poca importancia o insustancial, algo que solo utilizamos para rellenar, para divertir o para entretener a nuestros oyentes. ¿Qué piensa: son o no son importantes? Por favor, lean conmigo el texto temático de este discurso. Es Mateo 13:34:
Solemos llamar a Jesús el Gran Maestro. Y él usaba comparaciones para ayudar a la gente a entender lo que quería enseñarle. Hoy no nos vamos a centrar en lo que se debe o no se debe hacer cuando usamos comparaciones. En la obra Perspicacia, bajo la entrada “Ilustraciones”, se habla mucho sobre este tema.
Y la lección 8 del folleto Seamos mejores lectores y maestros nos da sugerencias muy prácticas. También recordarán que el hermano Splane, del Cuerpo Gobernante, dio un discurso sobre este tema en la asamblea regional del 2020. Se titulaba Mejoremos nuestras habilidades: “Enseñemos con ejemplos y comparaciones”.
No voy a repetir ahora todas las sugerencias tan buenas que él dio, pero quizás ustedes desean repasarlas en su siguiente adoración en familia. A veces, la Biblia dice claramente que Jesús estaba usando una comparación. Pero la mayoría de las veces no lo dice. Sencillamente, era la manera que él tenía de hablar. Las comparaciones le salían de forma natural.
¿Y cómo se le ocurrían con tanta facilidad? Pues porque Jesús siempre observaba lo que pasaba a su alrededor. Nosotros también podríamos hacer lo mismo. Así se nos ocurrirán comparaciones y ejemplos de manera natural. Por ejemplo, en su última cena Jesús usó el pan y el vino para representar de forma magistral su cuerpo perfecto y su sangre, que él entregaría por la humanidad.
Podemos aprender mucho sobre cómo usar las comparaciones analizando todo lo que Jesús tuvo en cuenta en aquella ocasión. Fíjense. Jesús había celebrado la Pascua muchas veces, así que sabía muy bien lo que iba a haber sobre la mesa esa noche. Por eso, pudo haber pensado de antemano en usar el pan y el vino como símbolos.
Claro, no podemos estar seguros. Pero lo que sí sabemos es que esa comparación sencilla y clara causó una honda impresión en sus discípulos, y sigue siendo fácil de recordar ahora, 2.000 años después. Cuando vamos a dar un discurso o a hacer una demostración en la reunión, ya sabemos de qué vamos a hablar, así que podemos darnos el lujo de pensar con tiempo en algún ejemplo.
Pero ¿si estamos dando un curso bíblico y el estudiante lanza una pregunta inesperada? Es posible que se ponga a pensar en ese momento en lo que sabe de su estudiante, en qué trabaja, sus pasatiempos, lo que ha vivido…, y se le ocurra algún ejemplo o alguna comparación allí mismo. Bueno, vamos a ver qué hizo Jesús en un caso similar a este, en una situación inesperada.
Y tratemos de entender por qué se le ocurrieron a Jesús estas comparaciones que dieron tan buenos resultados. En Juan, cap. 4, encontramos el relato de la mujer samaritana en el pozo. En el ver. 34 Jesús habló de algo muy común: el alimento. Dijo: ¡Qué ejemplo tan sencillo y eficaz!
¿Por qué usó una expresión tan amplia como “mi alimento”, en vez de decir algo más específico como “mi vino” o “mi pan es hacer la voluntad del que me envió”? Analicemos el contexto. Es curioso que, en poco tiempo, Jesús usó dos comparaciones diferentes y, en ambos casos, como se ve en el contexto, hizo referencia a cosas que estaban pasando en ese momento.
Juan 4:7 dice: “En eso llegó una mujer de Samaria a
sacar agua. Jesús le dijo: “Dame de beber”. Eso preparó el escenario para que Jesús usara el agua como ejemplo. Ahora el ver. 8: Eso le permitió a Jesús usar el alimento
como ejemplo. A ver, Jesús no planeó con tiempo todo esto, fue algo que ocurrió en el
momento Una mujer se le acercó con un jarro de agua, y él le pidió que le diera de beber.
Jesús en ese momento pensó en cómo podía usar el tema del agua para poner una
comparación. El vers. 10 dice: (Juan 4:10)
Jesús le respondió: “Si supieras del regalo de Dios y supieras quién es el
que te está diciendo ‘Dame de beber’, tú le habrías pedido agua a él, y él te
habría dado agua viva”.
El ejemplo fue espontáneo, y le sirvió para explicarle a la mujer quién realmente era él.
El segundo ejemplo lo encontramos en el vers. 27. Jesús seguía hablando con la mujer cuando los discípulos regresaron de la ciudad. Recuerden que el ver. 8 decía que sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar alimentos. Y ahora regresan y le traen algo de comer a Jesús. En el ver. 28 leemos que la mujer se va, y lo que los discípulos le dicen a Jesús ahora prepara el terreno para una segunda comparación. La comida, y no el agua, se convierte en el tema de conversación.
Vers. 31: “Mientras tanto, los discípulos le insistían: “Rabí, come algo”. La palabra “come” hace que Jesús piense en un ejemplo que ahora citamos con mucha frecuencia. Ver. 32: “Pero él les dijo: “Yo tengo para comer un alimento del que ustedes no saben”. Los discípulos se quedan confundidos. Ver. 33: “Así que los discípulos se decían unos a otros: “Nadie le trajo comida, ¿verdad?”.
"Y “Jesús [aprovechando que
estaban hablando de la comida] les dijo: ‘Mi alimento es hacer la voluntad del
que me envió y completar su obra’”. Obviamente, Jesús no planeó que pasara todo esto, pero
aprovechó las circunstancias de ese momento para pensar en ejemplos que fueran
claros y eficientes. ¿Por qué lo decimos? ¿Qué
parecido hay entre la comida y hacer la voluntad de Dios?
Bueno, comer es algo agradable que disfrutamos mucho. ¿El punto? A Jesús le encantaba hacer la voluntad de Dios. Lo disfrutaba, como una comida bien sabrosa. Y, además de todo esto, la comida le da energía a una persona. Y hablar con la mujer samaritana también le dio energías a Jesús. Echemos un vistazo a los vers. 3-6. Ahí dice que Jesús salió de Judea caminando.
El ver. 6 dice: “De hecho, allí estaba el pozo de Jacob. Y Jesús, que estaba cansado del viaje, se sentó junto al pozo. Era alrededor de la hora sexta”. Sin embargo, después de hablar con la mujer en el pozo, Jesús recuperó las fuerzas. Incluso dio a entender que aquella conversación le había dado más energía que una comida. ¿Qué hemos aprendido hasta ahora sobre las comparaciones? Si sabemos de antemano de lo que vamos a hablar, entonces podemos pensar en alguna comparación o ejemplo que podamos utilizar. Pero si surge una conversación inesperadamente, entonces podemos usar lo que vemos o lo que ya sabemos para pensar en alguna comparación. Tal vez diga: “Mmm…, yo no soy muy creativo que digamos. De por sí, me toma mucho tiempo pensar en un ejemplo, incluso cuando ya sé el tema del que voy a hablar, como en una asignación…
¡Imagínense improvisar! No creo que yo
pueda hacer algo así. No creo que mi cerebro dé para tanto”.
¿Hay alguna manera de entrenar el cerebro para que nos vengan ejemplos
de manera natural? Sí, claro.
Una forma de hacerlo es observando la
creación o los inventos del ser humano, aunque no tengamos
que dar un discurso o no estemos
con nuestros hijos. Medite en lo que observe y piense en cómo puede usarlo para
enseñar una lección en el futuro. Luego, tome nota para que pueda
recordarlo. Un hermano me contó lo que hacía, incluso cuando
no estaba con sus hijos.
Él observaba la creación y de allí tomaba algunas ideas que más adelante podía usar con ellos. Y me dio un ejemplo. Una vez vio a dos gatitos jugando juntos. Y pensó lo que les podría decir a sus hijos: ¿Se les ve felices? Sí. Pues si Jehová sabe lo que necesitan dos gatitos para ser felices, ¿no sabrá también lo que necesitas tú para ser feliz? Bueno, obviamente, un niño diría que sí.
"Así que, si Jehová sabe lo
que tú necesitas para ser feliz, ¿qué deberías hacer si Jehová te pide que
hagas algo de cierta manera?”. ¡Bien por el
papá! "¡Qué buen ejemplo para enseñar algo tan importante!"
Lo más interesante de todo esto y lo mejor es que, un día, con uno de sus hijos, vieron a dos ardillitas jugando en un árbol, así que usó el mismo razonamiento, pero con el ejemplo de las ardillas que estaban allí. Hasta el día de hoy, décadas después, su hijo recuerda la lección. Jesús a menudo usaba su imaginación y era muy creativo. Para ver un ejemplo, podemos leer Juan 1:42. Jesús le cambió el nombre a Simón así, de repente. Juan 1:42 dice: “y lo llevó a donde estaba Jesús. Cuando Jesús lo miró, le dijo: “Tú eres Simón hijo de Juan. Tú serás llamado Cefas” (que traducido es Pedro).
¿Por qué le cambió Jesús el
nombre y lo llamó Cefas o Pedro? En realidad, Jesús estaba
siendo creativo. La palabra griega para Pedro es pétros,
no pétra. Pétra significa “masa rocosa”, y se refiere a Jesús,
la piedra angular, la cabeza de la congregación. En cambio, pétros significa
“trozo de roca”. ¡Qué bien describe este nombre cómo era Pedro! Aunque a veces Pedro no parecía
muy confiable, Jesús vio sus buenas cualidades y por eso lo llamó Pedro
(Pétros, Trozo de Roca).
Con ese nombre, Jesús estaba diciendo que Pedro llegaría a ser tan estable como una roca. Y eso fue exactamente lo que pasó. ¡Qué buena imagen usó Jesús para referirse a Pedro! En Apocalipsis 1:1, Jehová inspiró al apóstol Juan a escribir que ese libro de la Biblia era: “una revelación de Jesucristo, que Dios le dio”.
La obra Perspicacia para comprender las Escrituras, Volumen 1 pág 1210 dice: “El libro de Revelación concluye las Sagradas Escrituras con de las más sobresalientes secuencias de ilustraciones de toda la Biblia” ¿Recuerdan lo que dice Mateo 13:34? “Nunca les hablaba sin utilizar alguna comparación”. Otro ejemplo de esto lo encontramos en el famoso Sermón del Monte.
En Mat. 7, el último capítulo de este sermón, Jesús usó al menos 10 comparaciones diferentes. Así es, “nunca les hablaba sin utilizar alguna comparación”. Mateo 7:28 “Cuando Jesús terminó de decir estas cosas, las multitudes estaban impactadas con su manera de enseñar. Describe el efecto que tuvo este sermón. Dice: 1 Pedro 2:21 dice que Jesús nos “puso el ejemplo” para que siguiéramos “fielmente sus pasos”. Eso incluye su manera de enseñar y la gran habilidad que tenía para usar ejemplos y comparaciones. Eran sencillos y al grano.
Mejoremos nuestras habilidades como maestros pensando constantemente en ejemplos y comparaciones que podamos usar. Cuando enseñaba, Jesús llegaba al corazón, no solo porque era muy buen maestro, sino porque tenía unas cualidades excepcionales, por ejemplo, su empatía. Como era compasivo y se preocupaba por los demás, atraía a la gente como si fuera un imán.
Kenneth Flodin: Mostrar empatía y comprensión en este mundo sin
amor puede ayudarnos a predicarles a las personas. Veamos un ejemplo en el
siguiente video.
Mujer: Un sándwich de jamón y queso y un café.
Mesero: Son 8,50 €.
Mujer: —Es que no encuentro mi billetera.
Mesero: —No es mi problema.
Mujer: ¿En serio? Si vengo todos los días y llevo mucho rato esperando.
Mesero: Sigue sin ser mi problema.
Mujer: Pero, por favor, puedo traerte el dinero después del trabajo.
Mesero: ¡Siguiente!
Testigo: Disculpa, ¿cuánto es lo de ella?
Mesero: 8,50 €.
Testigo: OK, yo lo pago. ¿Y puedes añadir un café con leche mediano?
Mesero: Está bien. Son 11,50 €.
Mujer: ¿Nos conocemos?
Testigo: No, solo era por ayudar.
Mujer: —Gracias.
Testigo: —De nada.
Mujer: ¿Y cómo te devuelvo el dinero?
Testigo: No tienes que devolverme nada.
Mujer: Bueno, gracias. Gracias.
Testigo: "Mira, me gustaría darte algo que tiene un mensaje muy bonito”.
Quizás te guste.
Mujer: Yo no creo en Dios.
Testigo: ¿Puedo preguntar por qué?
Mujer: No creo y punto.
Testigo: Pero gracias por todo. Eres muy amable.
Mujer: OK.
Empleada del Estado: ¿Cuántos años llevas en el campo de
refugiados?"
Mujer: 11 años.
Empleada del Estado: ¿Y algún otro miembro de tu familia va a solicitar
la reubicación?"
Mujer: No.
Empleada del Estado: ¿Por qué?
Mujer: Están todos muertos. Los mataron.
Empleada del Estado: "Necesito una copia de tu documentación.
Mujer: Hola, vi que buscan a alguien…
Comerciante: ¡No! ¡No queremos extranjeros! ¡Arruinaron
su país, no vengan aquí a arruinar el nuestro! ¡Fuera!
(Eclesiastés
11:6) Siembra tu semilla por la mañana, y que
no descansen tus manos hasta el atardecer; pues no sabes cuál
dará buenos resultados, esta o aquella, o si las dos serán buenas. |
¡Nunca subestimemos el poder de la
empatía! Incluso el más pequeño gesto de bondad
puede hacer que alguien quiera saber más de la verdad.
El video también nos enseñó otra cosa. Todos los métodos de predicación pueden tener un efecto acumulativo en una persona y, poco a poco, hacer que se ablande su corazón y acepte la verdad. Claro, no solo mostramos empatía en la predicación, también se la mostramos a nuestros hermanos, y eso incluye a los jóvenes.
Kenneth Flodin: Ellos se enfrentan todos los días a la presión de sus compañeros, y eso es muy duro. Escuchemos a Dilan y a Isaac. Ellos nos contarán su historia en “Cuando eres adolescente”.
Dilan - Turquía: Fui a una escuela en
la que pude aprender un oficio en poco tiempo. No me lo esperaba para nada, pero fui una de las mejores de mi
clase. Me di cuenta de que, desde ese momento, tanto mis profesores como
mis compañeras de clase empezaron a esperar mucho más de mí. Me decían: Lo
estás haciendo genial. Eres el orgullo
de nuestra escuela. Dalo todo y lograrás muchas cosas. Sigue así y llegarás muy
lejos”. Estaban todo el día presionándome para que siguiera estudiando y
fuera a la universidad.
Isaac - España: En el instituto había una chica, una chica
que era de mi edad, simpática, atenta conmigo, agradable que, además, me
parecía guapa.
Los compañeros de clase decían: “Pues
ve, habla con ella” o “Oye, Isaac, ¿sabes que le gustas?”.
Dilan - Turquía: Estaba superconfundida, no sabía qué hacer. No había
elegido esta escuela pensando en ir a la universidad. Mi idea era
aprender rápido un oficio para empezar a trabajar pronto y así poder ganar un
sueldo y tener mi propio dinero. Ese era mi plan. La verdad es que fue
un momento muy muy difícil para mí. Recuerdo muy bien aquellos días. Pasé
muchas horas orándole a Jehová, llorando.
Isaac - España: Tampoco busqué ayuda en otros amigos, en personas
de confianza, en mis padres…Esto hizo que fuera cediendo poco a poco más a la
presión de grupo que, que yo sentía con esa chica, ¿no? Empezamos a tontear un
poco y podíamos chatear, mandarnos mensajes…
(Dejen de amoldarse a
este sistema” Rom. 12:12).
Cuando le hablaba a Jehová, no me
sentía del todo cómodo. Pensaba: Si
no estoy haciendo lo que Jehová me pide, si no estoy actuando como
Jehová espera de mí, ¿cómo puedo esperar que él escuche mis oraciones o
que él las tenga en cuenta?
Dilan - Turquía: Mi familia nunca me dijo que fuera o que
no fuera a la universidad, pero sí que me recordaron lo que piensa Jehová
sobre este tema.
Isaac - España: Mi padre me leyó Prov. 27:11. “Sé sabio, hijo mío y alegra mi corazón para que yo le pueda responder al que me desafía”. Y me ayudó a ver que lo que yo estaba haciendo era un estorbo entre mí y entre Jehová, que las decisiones que yo tomo como joven afectan a Jehová.
Dilan - Turquía: En ese momento había muchos videos, artículos y publicaciones que hablaban sobre este tema, así que leí experiencias de hermanos que pasaron por algo parecido, también investigué y estudié mucho y, además, salí a predicar con hermanos maduros y les pedí consejo. Todo eso me ayudó un montón.
Isaac - España: Algo que hicieron mis padres y que me ayudó mucho fue que, en el estudio de familia, utilizaron el libro Los jóvenes preguntan. (Isaías 48:17) Esto es lo que dice Jehová, tu Recomprador, el Santo de Israel: “Yo, Jehová, soy tu Dios, el que te enseña por tu propio bien, el que te guía por el camino en que debes andar. Y hay un capítulo que habla justo sobre la presión de grupo. Y después pude afrontar la presión de grupo con éxito.
Dilan - Turquía: Lo que más me ayudó fue algo que escuché en
una asamblea de circuito. Un hermano dijo: Sabemos que nuestros
jóvenes se enfrentan a grandes desafíos todos los días y, quizás sus compañeros
y sus profesores los estén presionando para que vayan a la universidad. Pero,
querido joven (y aquí sentí como si me estuviera hablando a mí directamente), recuerda
que lo más probable es que ellos no sean parte de tu vida en el futuro, pero,
si quieres que Jehová forme siempre parte de tu vida, entonces tienes
que tomar decisiones que lo demuestren.
Cuando escuché eso, fue como si se encendiera una luz en mi cabeza. Y ahí lo vi claro. Me puse muy contenta porque por fin sabía lo que tenía que hacer.
Isaac - España: Me tocó hablar con la chica. Entonces un día me armé de valor, hice una oración a Jehová, le dije que no podíamos seguir teniendo la relación que teníamos…
Dilan - Turquía: Explicarles mi decisión a mis profesores y compañeros fue un poquito difícil, o sea, a ellos les costaba mucho entenderlo y, claro, yo se lo explicaba, pero ellos me decían: “¿Cómo no vas a ir a la universidad?”.
Isaac - España: Quien se
vea en la misma situación o quien esté en una situación parecida a la que yo
pasé, pues, lo más sabio, lo mejor es hablar con alguien de confianza, explicar
cómo uno se siente y buscar ayuda. (Prov. 13:20) El
que anda con los sabios se hará sabio, pero el que se junta con los
insensatos acabará mal.
Dilan - Turquía: Jehová, nuestro Creador, es la persona que más me
quiere y la que más piensa en mí. La verdad es que no me he perdido nada
bueno por hacerle caso. Él
siempre ha estado a mi lado y me ha ayudado mucho. Por eso estoy superagradecida a Jehová.
(Prov. 3:5) Confía en Jehová con todo tu corazón y no te apoyes en tu propio entendimiento.
Kenneth Flodin: Tanto Dilan
como Isaac reconocieron que la presión que sufrieron fue tan fuerte que
casi ceden, casi se rinden. ¿Qué les ayudó a resistir? Isaac dijo que
hablar del tema y pedir ayuda. Si tú estás pasando por una situación
parecida, no te lo guardes. Habla con alguien de confianza. Si le
abres tu corazón, podrás recibir la ayuda que necesitas.
Kenneth Flodin: Ahora vamos a mostrarles algo muy especial: un
descubrimiento reciente que nos enseña algo nuevo de nuestra historia
moderna. Veamos en el siguiente video qué sucedió hace más de 80 años.
Christian Malik – Departamento de Museos: Los testigos de Jehová aman la Biblia. Mucho antes de que comenzaran con la enorme tarea de traducir la Biblia, los Testigos compraron licencias para imprimir traducciones que ya existían.
Y luego, en la década de los
50, la Watchtower Bible and Tract Society imprimió la primera Biblia
traducida por los testigos de Jehová, la Traducción del Nuevo Mundo de
las Santas Escrituras. Bueno, eso creíamos. Pensábamos que era la primera
traducción que los Testigos habían hecho.
Franz Schredl – Sección de investigación (Departamento de Redacción): Exacto. En septiembre de 2017, el Departamento de Museos de la central mundial recibió una Biblia donada por un hermano de Alemania.
El hermano, además, adjuntó una carta en la que hablaba sobre una peculiar Biblia impresa en 1934 en Magdeburgo, que es donde se encontraban la sucursal y la imprenta de la Watchtower Bible and Tract Society en Alemania.
Esta Biblia no la conocía casi nadie, y los pocos que la conocían creían que era una obra hecha sin la autorización del presidente de la Sociedad en aquel tiempo, el hermano Rutherford.
Christian Malik – Departamento de
Museos: Para 1934, Hitler ya estaba persiguiendo a los testigos de
Jehová de Alemania.
Las autoridades nazis habían
prohibido nuestra obra, habían confiscado y quemado 65 toneladas de nuestras
publicaciones y ya habían clausurado en varias ocasiones nuestra imprenta y
nuestra sucursal de Magdeburgo.
Christian Malik – Departamento de Museos: Quizás eso explique por qué la Biblia de Magdeburgo no tenía la página de editores típica con la información sobre quién la publicó, quién la tradujo, y dónde y cuándo se había impreso.
Pero en la parte de abajo de una de las
últimas páginas se puede leer lo siguiente, en letras pequeñas: "Impresión:
Watchtower Bible and Tract Society, Magdeburgo”.
Es interesante que, el 13 de septiembre de 1934, el Ministerio del Interior alemán le dio permiso a la sucursal de Magdeburgo para que volviera a imprimir y a distribuir biblias.
Ahora bien, todo el mundo sabía que en
cualquier momento podían volver a cerrar la sucursal, quizá permanentemente. ¿Qué
pudieron hacer los hermanos en el poco tiempo que tuvieron?
Franz Schredl – Sección de investigación (Departamento de Redacción): La sucursal de Magdeburgo le informó a Rutherford que tenía en su poder un manuscrito del Nuevo Testamento listo para imprimir, y que casi se había terminado de traducir el Viejo Testamento.
En octubre de 1934, Rutherford
aprobó la impresión de 100.000 ejemplares. Pero el tiempo se estaba
acabando.
Christian Malik – Departamento de Museos: El 6 de agosto de 1935, el hermano Rutherford recibió esta carta. Les leo: “El 10 de julio por la tarde, aparecieron algunos agentes de la policía secreta de Berlín y de Magdeburgo, y clausuraron la fábrica, las habitaciones y las oficinas de Magdeburgo. Cerraron todas las estancias de la fábrica y confiscaron la propiedad y el dinero de la Sociedad.
Varios miles de biblias se estaban
encuadernando y el resto ya estaban impresas. Es una lástima que solo unas
pocas biblias sobrevivieran a aquel ataque de los nazis.
Franz Schredl: Finalmente, en noviembre de 2017, después de buscar y buscar, conseguimos tres ejemplares e la Biblia de Magdeburgo. En ese momento todavía no comprendíamos la importancia que tiene esta Biblia en la historia de la traducción y la impresión que ha hecho nuestra organización.
No se trataba de una simple copia de
otras traducciones, sino de una traducción fresca, original y muy moderna. El nombre
de Jehová aparece muchas veces en las Escrituras Hebreas y
también en las notas de las Escrituras Griegas Cristianas. Además, las
Atalayas en alemán citaban de esta Biblia de Magdeburgo. Ha pasado
casi un siglo, pero el lenguaje que usa sigue siendo fácil de entender para los
lectores alemanes.
Christian Malik: Esta traducción de la Biblia tiene una historia
increíble. Comparada con otras Biblias, se imprimieron muy pocas copias y
se distribuyeron todavía menos. Además, se produjo en muy poco tiempo y en
circunstancias muy peligrosas. A pesar de ser un gran tesoro, su historia
permaneció oculta durante muchas décadas.
Franz Schredl: Que
sepamos, la Biblia de Magdeburgo es la primera Biblia traducida y
editada por los testigos de Jehová, y es incluso anterior a la
Traducción del Nuevo Mundo.
Esta Biblia sobrevivió a la
época de la persecución nazi y ahora forma parte de nuestro museo de la Biblia
en Warwick. Esta traducción es un ejemplo vivo de las palabras que se
registran en Isaías 40:8: “Pero la palabra de nuestro Dios permanece
para siempre”.
Aber Jehovas Wort bleibt ewiglich!
Kenneth Flodin: La amenaza de
la opresión nazi no pudo impedir que los hermanos de Alemania hicieran
todo lo posible por distribuir la Biblia. ¿Por qué? Pues porque los
testigos de Jehová amamos la Biblia, y nos encanta hablar de ella con
otros. ¿Qué se necesita para ser un buen maestro de la Palabra de Dios?
¿Qué es para ti un buen maestro? Qué buena pregunta, ¿verdad? Quizás
muchos de nosotros respondamos diciendo lo que creemos que es un buen orador. Puede
que digamos: “Este hermano usó muy buenos ejemplos en su discurso”, o “Explicó
un texto que yo había leído muchas veces, pero mencionó algo interesante que
era totalmente nuevo para mí”.
O puede que digamos: “Su discurso duró una hora, pero se me pasó
volando”. Bueno, hay muchas cosas diferentes que pueden hacer de alguien un
buen maestro. Y, claro, el mejor cumplido que alguien podría recibir es que su
forma de enseñar es muy parecida a la de Jesús, porque él puso un
magnífico ejemplo para todos.
Ya que estamos hablando de qué define a un buen maestro, vamos a fijarnos
en algo que dijo el apóstol Pablo. Vamos a buscar, por favor, 1 Tesalonicenses
2:7, 8. Vamos a ver que, además de las cosas de las que ya hemos
hablado, hay otros aspectos o cualidades que hacen falta para que alguien
sea realmente un buen maestro. 1 Tes. 2:7, 8:
“Al contrario, los tratamos con amabilidad, como
cuando una madre amamanta y cuida con ternura a sus hijos. Así que, por el
tierno cariño que les teníamos, estábamos decididos a darles no solo las
buenas noticias de Dios, sino también nuestras vidas”. El apóstol Pablo
mencionó algunas cualidades o características que son muy importantes para ser
un buen maestro.
En el ver. 8 mencionó el “tierno cariño”. Así que el
amor es fundamental si queremos llegar a ser buenos maestros. De hecho,
para llegar al corazón del estudiante tenemos que tratarlo con amor, ¿verdad? Si no llegamos
al corazón de las personas… Es como disfrutar de una comida en un sueño.
Eso no nos sirve de nada.
Si le enseñamos, pero no tocamos el corazón del estudiante, eso,
en realidad, le va a servir de poco a él. Y más adelante, Pablo
dice que estaba decidido no solo a darles las buenas noticias, sino
también, su vida. Es decir, Pablo ponía el corazón cuando
enseñaba a otros. Y al principio del 7, estoy seguro de que
ninguno de nosotros pensaría que esta cualidad es importante para ser un buen
maestro. ¿Cómo empieza? Los tratamos con amabilidad.
Bueno, claro, esta no es la primera cualidad que nos viene a la
mente cuando pensamos en un maestro. Pero ¿qué envuelve esta expresión, ser
amables? Un experto en temas bíblicos dijo que la palabra original para “amabilidad”
fue frecuentemente usada por los escritores griegos para caracterizar a una nodriza
con niños difíciles, "o a un maestro con alumnos poco aplicados”, es
decir, un maestro con estudiantes que son rebeldes, personas que son indisciplinadas,
desobedientes, incontrolables, perezosas.
Qué detalle tan interesante, ¿verdad? Esta amabilidad es una cualidad
firme y estable, que no desaparece fácilmente cuando el estudiante
responde de manera negativa. ¡Qué cualidad tan interesante! Y, sin duda,
todos hemos tratado de ser así de amables cuando le estamos enseñando
algo de la Biblia a alguien y nos damos cuenta de que la persona no quiere
aceptar esa enseñanza.
Quizás se la explicamos, le leemos de la Biblia, pero la persona sigue
sin aceptarla. ¿Qué haremos en ese caso? Si pretendemos que la acepte simplemente
porque nosotros lo decimos, o porque la Biblia lo dice, y no razonamos con
la persona, "no estaríamos mostrando esa amabilidad" a la
que se refería el apóstol Pablo.
Pero, si somos amables bajo presión, podremos, con amor y cariño, ayudar
a alguien a aceptar algo que, al principio, le costaba. ¿Verdad que es una
cualidad a tener en cuenta si queremos ser buenos maestros? Por otro lado, en 1 Tes.
2:5, 6, el apóstol Pablo hace un contraste y menciona las cosas
que no queremos hacer cuando enseñamos. Leámoslo. Vers. 5 y 6:
De hecho, ustedes saben que nunca hemos recurrido a los halagos ni hemos
dado una falsa apariencia para ocultar deseos codiciosos. […] Tampoco hemos
buscado las alabanzas de los hombres —ni las de ustedes ni las de otros—, aunque
podríamos ser una carga económica por ser apóstoles de Cristo.
Así que ¿cuáles son esas cosas negativas que debemos evitar si queremos
ser buenos maestros? Fíjense en la primera: “los halagos”. Esto nos
recuerda otro versículo. Busquémoslo. Proverbios 28:23. Aquí hay algo
que no queremos olvidar. Dice: “Quien corrige a un hombre
[o corrige su manera de pensar] será más apreciado que quien usa la
lengua para halagar”.
¿Entendemos cuál es la lección? Que para ganarnos la
confianza de alguien no tenemos que recurrir a los halagos, sino ser
sinceros y tratar de corregir su manera de pensar. Con nuestros estudiantes de
la Biblia, o en cualquier otra faceta de nuestra enseñanza, debemos
recordar que parte del proceso de enseñar incluye aconsejar y corregir puntos
de vista equivocados.
Si no corregimos con cariño a la persona, en realidad, estamos
demostrando que no la queremos de verdad, porque nos da igual que esté
equivocada. Es importante que no seamos aduladores. Volvamos a 1 Tes.
cap. 2. ¿Cuál es la segunda cosa que menciona Pablo? “Falsa
apariencia para ocultar deseos codiciosos”. Una falsa apariencia, aparentar
ser algo que uno no es.
No queremos dar la apariencia de que somos superiores a los demás. No queremos
que piensen que somos mejores personas que ellos. Eso sería dar una “falsa
apariencia”. Y luego menciona “deseos codiciosos”. Hay una referencia
marginal que nos lleva a Hechos 20:33. Allí el apóstol Pablo
dijo: “No he deseado la plata ni el oro ni la ropa de nadie”. Desde
luego, como maestros de las buenas noticias, no esperamos recibir algo a
cambio, ni ninguna compensación o beneficio económico por lo que enseñamos.
En eso, el apóstol Pablo fue un magnífico ejemplo. Y luego,
en el versículo 6, dijo que no estaba buscando la alabanza de los hombres.
O, como otra traducción dice, no buscaba “ningún reconocimiento”. Y pudiera
pasar que, como maestros, pensemos que merecemos cierto grado de respeto o que
estamos un poquito por encima del estudiante.
Pero, si de verdad nos sentimos de esa manera, va a ser muy difícil que
tratemos con amabilidad al estudiante, porque, si él cuestiona lo que decimos, o
no nos da el reconocimiento que pensamos que merecemos, cuando tratemos de
corregir su manera de pensar, va a ser difícil hacerlo con amabilidad.
Bueno, al pensar en todas las cosas que hacen falta para ser un maestro
eficaz, quizás te des cuenta
de que hay mucho que mejorar.
A mí también me pasa. Es una lucha constante la de esforzarse por
ser un buen maestro. Pero hay un pensamiento animador en la Carta a los
Filipenses. Vamos a verlo. Fil. 2:13: “Porque Dios es el
que, tal como a él le agrada, los llena de energías dándoles [noten] tanto el
deseo [sí, el deseo de transmitirles la verdad de manera cariñosa a otros] como
las fuerzas para actuar”.
En conclusión, para ser un maestro eficaz, hace
falta algo más que técnicas. No lo olvidemos: un buen maestro trata con
amabilidad a su estudiante y, cuando está equivocado, lo corrige con cariño.
Kenneth Flodin: Igual que Jesús,
Pablo ponía todo su corazón cuando enseñaba. Su interés por los demás lo
impulsaba a predicar a tantas personas como podía.
Kenneth Flodin: En tiempos modernos, muchos han demostrado esa
misma actitud, por eso han seguido predicando a pesar de la fuerte oposición. Una
de esas personas es Maria Kaloyanoff.
Elijah Kaloyanoff – EE. UU: Mi mamá nació en Bulgaria en 1922
y, a principios de los años cincuenta, mi familia emigró de Alemania a EE. UU.
Nos quedamos a vivir en Nueva York, y ahí fue donde mi mamá conoció la verdad.
Maria Kaloyanoff - EE UU.: Esa fue la primera vez que abrí
una Biblia. La abrí en Apoc. Cap. 21. Lo que más me
impactó fue saber que ya no habrá más enfermedades ni tristeza ni muerte. Nunca
más.
Elijah Kaloyanoff: Cuando una
persona conoce la verdad, quiere compartir lo que ha aprendido con su familia.
Maria Kaloyanoff: Tenía muchas ganas de enseñarles la verdad, de
explicarles lo que tenían que hacer para poder vivir sin injusticias, enfermedades
y muerte.
Elijah Kaloyanoff: Es por eso que ella deseaba tanto y vio que
era tan necesario tener publicaciones en búlgaro. Habló con los hermanos
del Betel de Brooklyn y se ofreció a traducir algunas de nuestras publicaciones
al búlgaro. Los hermanos le dieron permiso para que lo hiciera y le dijeron que
comenzara traduciendo algunos de los tratados.
En ese tiempo, Bulgaria era
un país comunista, así que las publicaciones sobre Dios o sobre la Biblia
estaban prohibidas. Y, claro, no se podían mandar por correo. Por eso,
cuando alguna publicación estaba lista, alguien tenía que introducirla en el
país. Mi familia fue una de las familias que se ofrecieron para hacerlo. Para
ir a Bulgaria viajábamos en tren.
Maria Kaloyanoff: Cada vez que íbamos a Bulgaria llevábamos
un montón de equipaje porque nos quedábamos dos meses y medio. Pasábamos todo
el verano ahí.
Elijah Kaloyanoff: En las maletas, en diferentes lugares, escondíamos
las publicaciones. Viajar a un país llevando
publicaciones prohibidas tiene sus riesgos, es peligroso.
Maria Kaloyanoff: Llevábamos los tratados en el equipaje, y ellos
sabían que llevábamos algo.
Elijah Kaloyanoff: Mi mamá se dio cuenta de que iban a registrar
nuestras cosas. Así que, rápidamente, sacamos todas las publicaciones que
habíamos escondido en el equipaje y las pusimos en una maleta pequeña.
Y las publicaciones que
no pudimos meter ahí, como los tratados sin doblar, las pusimos en nuestros
brazos y las cubrimos con los abrigos.
Maria Kaloyanoff: Quería que las publicaciones quedaran bien
escondidas para que el guardia no las encontrara porque, si las
encontraba, habría consecuencias.
Elijah Kaloyanoff: Cuando los guardias revisaron
nuestras maletas, lo revolvieron todo y lo dejaron muy desordenado. Entonces a mi mamá se le ocurrió preguntarles: “¿Me
dejan ir para allá y arreglar todo ese desorden?”. Y ellos
contestaron: “Está bien”.
Maria Kaloyanoff: Así que tomé los tratados que tenía en mi
brazo, debajo del abrigo, y los puse en la maleta que los guardias ya habían
revisado.
Elijah Kaloyanoff: Ya solo les quedaba revisar mi maleta pequeña.
Recuerdo que uno de los guardias dijo: “Esto es tan pequeño que aquí no cabe
nada”, y entonces nos la devolvió”.
Maria Kaloyanoff: Vi que el guardia se estaba poniendo cada
vez más nervioso, porque él sabía que llevábamos algo, pero no era
capaz de encontrarlo.
Elijah Kaloyanoff: En otra ocasión, años más tarde, mi mamá viajó
sola a Bulgaria. Pero, esta vez, en la frontera, los agentes
encontraron las publicaciones que ella llevaba.
La detuvieron, la metieron en
prisión y la interrogaron todos los días durante dos semanas o más.
Pero al final las autoridades búlgaras cambiaron
de opinión y decidieron que, como ella vivía en otro país, la deportarían.
Hasta el día de hoy, mi mamá sigue muy
activa en la verdad. Ella mantiene su rutina espiritual, asiste a las
reuniones, se prepara para ellas, lee la Biblia y predica con
entusiasmo. Servir a Jehová me
ayuda cada minuto de mi vida.
Y quiero usar hasta mi última gota de energía para hablar de su
propósito.
Kenneth Flodin: Cuando la hermana Kaloyanoff escuchó el
mensaje de la Biblia, quiso que las personas de su país de origen también
lo escucharan. Al hacerse mayor, sus circunstancias cambiaron, pero
no su entusiasmo. Aún quiere darlo todo, o como ella dice, quiere usar hasta
su “última gota de energía” para hablar del propósito de Dios.
¿Le recuerda el ejemplo de la hermana Kaloyanoff
a alguien de su congregación? Pues piense en él mientras ve el video musical de
este mes.
La canción se titula Jehová lo
ve.
♪♪ Nunca miró
a su alrededor.
Solo echó
dos moneditas
de poco valor.
Y los demás
daban mucho, mucho más.
Se sentía igual
que una gota de agua en el mar.
Lo que haces por Dios
tiene mucho valor.
Aunque creas que no es así.
Jehová lo puede ver,
es precioso para él.
Aun si no lo viera nadie más,
él lo ve.
Tal vez pensó
que antes era mejor.
Tenía vigor,
plena juventud y buena salud.
Las deja caer,
apenas se oye un rumor,
pero para Dios
el ruido es ensordecedor.
Lo que haces por Dios
tiene mucho valor.
Aunque creas que no es así.
Jehová lo puede ver,
es precioso para él.
Aun si no lo viera nadie más,
él lo ve.
Sus ojos están atentos a ti.
No hay sacrificio trivial para él.
¡No se olvida de ti!
Lo que haces por Dios
tiene mucho valor.
Aunque creas que no es así.
Jehová lo puede ver,
es precioso para él.
Aunque no las vea nadie más,
Jehová las ve,
tus “monedas” de gran valor. ♪♪
Kenneth Flodin: ¡Cuánto nos tranquiliza
saber que, sin importarlas limitaciones que tengamos, nuestros sacrificios son
muy valiosos a los ojos de Jehová! Veamos la videopostal de este mes. Nos llega de un país de
increíble belleza: Nueva Zelanda.
Nueva Zelanda está formada
principalmente por dos grandes islas que se encuentran a 1.600 kilómetros (más de
1.000 millas) al sureste de Australia.
En estas islas hay cordilleras con
cumbres nevadas, lagos cristalinos, kilómetros de playas y una preciosa costa llena
de puertos y fiordos. También es una zona de mucha actividad geotérmica.
Tiene volcanes activos, géiseres,
piscinas de lodo caliente y una de las fuentes termales más grandes del mundo, el
lago Frying Pan, que en español significa “la sartén”.
A los habitantes de Nueva
Zelanda a menudo se les llama “kiwis”, que es el nombre de una de
las aves autóctonas más singulares del país. Esta ave tiene un pico largo y
no puede volar.
Las buenas noticias llegaron por
primera vez a Nueva Zelanda a finales de la década de 1890, cuando un
lector de las publicaciones de la Watch Tower empezó a predicar por su cuenta.
Unos años después, llegaron colportores
de Australia y Estados Unidos, y el mensaje empezó a difundirse.
Los primeros Testigos de Nueva
Zelanda eran valientes. Para predicar en zonas apartadas, viajaban por
terrenos muy difíciles a pie, a caballo y en bicicleta. Uno de los
neozelandeses que empezó a predicar con mucho entusiasmo fue William Barry.
Después de leer los seis volúmenes de Estudios
de las Escrituras en 1909, se dio cuenta enseguida de que había
encontrado la verdad. Se esforzó por enseñársela a sus hijos.
Y, en 1975, su hijo Lloyd Barry
llegó a formar parte del Cuerpo Gobernante.
Los maoríes, que son un pueblo indígena
de Nueva Zelanda, también han aceptado la verdad. La primera
asamblea en el idioma maorí tuvo lugar en 1928.
Hoy día tenemos muchos hermanos
maoríes, y les encanta mostrarles a otros su fascinante cultura.
En Nueva Zelanda, hay más
de 15.000 publicadores que predican en 18 idiomas, entre ellos, la
lengua de señas neozelandesa.
En la isla Sur se encuentra el
pueblo costero de Picton, donde está la congregación Picton. El pueblo
tiene un paseo marítimo y una terminal de ferry por donde pasan trabajadores y
turistas de todo el mundo, así que es un buen lugar para la predicación
pública.
Para llegar a las personas que viven en
las diferentes bahías de Picton, los hermanos utilizan sus propios
botes.
Los 39 publicadores de la congregación
Picton les envían su amor y sus saludos. Desde
la central mundial de los Testigos de Jehová,
¡esto es, sí, esto es JW Broadcasting!