Discurso Preparado de TESOROS DE LA BIBLIA de esta Semana del 5 al 11 de mayo del 2025
"El trabajo duro tiene su recompensa"
Introducción:
¿Alguna vez te has sentido agotado después de un día largo de trabajo y te preguntas: “¿Vale la pena tanto esfuerzo?”? Muchos pensamos que trabajar duro es simplemente una necesidad para sobrevivir. Pero la Biblia muestra que el trabajo duro no solo es necesario, sino que tiene un valor profundo y recompensas duraderas.
Hoy veremos qué dice la Palabra de Dios sobre el trabajo diligente. Analizaremos tres puntos:
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No malgastar nuestro tiempo en cosas sin valor.
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Trabajar con esmero y honradez.
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Disfrutar de las recompensas que vienen con el trabajo duro.
Y al final, veremos cómo todo esto puede llenar nuestra vida de sentido y felicidad.
1. No malgaste su tiempo en cosas sin valor (Proverbios 12:11)
Vamos a leer Proverbios 12:11:
“El que cultiva su terreno quedará satisfecho con su comida, pero el que persigue cosas inútiles no tiene sentido común”.
Este versículo es muy claro. Nos recuerda que si dedicamos nuestro tiempo y energía a lo que realmente importa, tendremos resultados que valen la pena. Pero si nos dejamos llevar por ilusiones —como tratar de conseguir dinero fácil o vivir solo para el entretenimiento—, corremos el riesgo de terminar vacíos y sin nada real.
Aplicación:
En el mundo actual, hay muchas ofertas tentadoras para ganar dinero fácil o vivir cómodamente sin esfuerzo. Pero muchas de ellas son engañosas o hasta deshonestas. Jehová nos anima a trabajar con propósito, no a perder el tiempo persiguiendo sueños vacíos.
2. Trabaje duro y sea diligente (Proverbios 12:24)
Leamos ahora Proverbios 12:24:
“La mano de los diligentes gobernará, pero la pereza acabará en trabajos forzados”.
El mensaje es directo: el trabajo diligente da buenos resultados. Ser trabajadores y responsables nos abre puertas, nos da estabilidad y respeto. Pero ser perezosos solo nos trae dificultades y dependencia de otros.
Muchos siervos de Jehová han tenido que enfrentar empleos exigentes o bajos ingresos. Aun así, en vez de buscar salidas fáciles o poco honradas, deciden trabajar duro y con integridad. ¿Por qué? Porque valoran la honradez y el ejemplo que dan a los demás. Como dice Efesios 4:28:
“El que roba no robe más, sino que más bien trabaje duro, haciendo con sus manos algo bueno, para que así pueda dar a quien tenga necesidad”.
Este texto nos recuerda que el trabajo no es solo para sobrevivir, sino también para ayudar.
Aplicación práctica con la imagen:
La imagen que vimos al inicio ilustra esto muy bien. Un hermano trabajador, posiblemente un plomero o técnico, sale con sus herramientas en mano. Lo vemos en diferentes situaciones: en su empleo, en la predicación, en las reuniones. Él no solo trabaja duro en lo material, también lo hace espiritualmente. Es un ejemplo vivo de equilibrio y dedicación.
3. Si trabaja duro, tendrá su recompensa (Proverbios 12:14)
Proverbios 12:14 dice:
“Por el fruto de sus palabras un hombre se saciará de cosas buenas, y la obra de sus manos le volverá”.
Jehová promete que el esfuerzo sincero trae recompensas. No siempre se trata de dinero, sino de satisfacción personal, paz interior y la capacidad de ayudar a otros.
Piensa en lo que dijo Jesús en Hechos 20:35:
“Hay más felicidad en dar que en recibir”.
Cuando trabajamos duro, podemos ayudar a nuestra familia y también a quienes lo necesitan. Por ejemplo, 1 Timoteo 5:8 dice:
“Si alguien no cuida de los suyos, y especialmente de los que viven en su casa, ha renegado de la fe y es peor que una persona sin fe”.
El esfuerzo de un padre o una madre trabajador no solo cubre las necesidades del hogar, también enseña con el ejemplo. Como dijo un joven llamado Shane: “Mi padre ha sido siempre honrado y trabajador. De él aprendí el valor del trabajo manual y de hacer cosas útiles para los demás”.
Además, como dice Proverbios 3:27:
“No te niegues a hacer el bien a quien se le debe, cuando esté en tu mano hacerlo”.
Cuando trabajamos duro, incluso podemos ayudar a hermanos necesitados o colaborar con la congregación.
Conclusión emotiva:
¿Vale la pena trabajar duro? ¡Definitivamente sí! No solo obtenemos lo necesario para vivir, sino que también honramos a Jehová con nuestra conducta, ayudamos a nuestra familia y a otros, y encontramos verdadera satisfacción.
Así que, no nos dejemos llevar por lo que el mundo valora: fama, comodidad o riquezas fáciles. Más bien, esforcémonos con dignidad, como buenos siervos de Jehová, sabiendo que nuestro trabajo —cuando es honesto y con el corazón correcto— tiene una recompensa segura.
Recordemos siempre las palabras de Jesús: “Hay más felicidad en dar que en recibir”. Cuando trabajamos con empeño, no solo damos lo mejor de nosotros mismos... también recibimos algo muy valioso: la bendición de Jehová y la satisfacción de saber que estamos haciendo lo correcto.