TESOROS DE LA BIBLIA Semana del 4 al 10 de Agosto Sabios consejos para mejorar nuestra forma de hablar

Discurso Preparado de TESOROS DE LA BIBLIA de esta Semana del 4 al 10 de Agosto del 2025 Título: Sabios consejos para mejorar nuestra forma de hablar

Discurso Preparado de TESOROS DE LA BIBLIA de esta Semana del 4 al 10 de Agosto del 2025

Título: Sabios consejos para mejorar nuestra forma de hablar

Basado en Proverbios 25:11, 15, 25
Duración aproximada: 10 minutos

✨ Introducción

¿Qué efecto pueden tener nuestras palabras?

Un simple comentario puede cambiar el día de alguien para bien… o para mal. Puede animar, consolar, dar esperanza… o, por otro lado, desanimar y herir sin que esa fuera nuestra intención.

En una época donde la comunicación es rápida pero muchas veces impersonal y descuidada, el consejo de Jehová en Proverbios capítulo 25 sigue siendo más valioso que nunca. Él nos enseña cómo usar nuestras palabras con sabiduría para fortalecer a los demás, no debilitarlos.

Hoy veremos tres principios que nos ayudarán a mejorar nuestra forma de hablar. Y lo mejor es que no son consejos solo para los discursos o la predicación: nos servirán en casa, en el trabajo, en la congregación y en cualquier situación de la vida diaria.

🔹 1. Elijamos el mejor momento para hablar (Proverbios 25:11)

Leamos juntos Proverbios 25:11:

“Las palabras dichas en el momento adecuado son como manzanas de oro en un adorno de plata.”

Este versículo nos presenta una imagen hermosa: palabras bien dichas, en el momento justo, son comparables con una joya de gran valor. ¿Qué nos enseña eso? Que tan importante como qué decimos, es cuándo lo decimos.

Una buena idea o una verdad útil, si se dice en el momento equivocado, puede perder todo su efecto o incluso hacer daño.

¿Qué puede ayudarnos a elegir el momento correcto? El discernimiento. Proverbios 15:23 nos dice que “¡qué bueno es decir lo correcto en el momento apropiado!”. Y eso requiere sensibilidad, empatía y paciencia.

Pensemos en lo que ocurrió en Japón en 2011, cuando un tsunami devastó la zona este del país. Muchos testigos de Jehová perdieron familiares, hogares y bienes. Pero aún en ese dolor, encontraron maneras de consolar a los demás. ¿Cómo lo hicieron?

Aunque sabían que la esperanza de la resurrección es uno de los consuelos más poderosos que ofrece la Biblia, entendieron que ese no era el mejor momento para hablar de ello. Las personas apenas estaban procesando la pérdida. Entonces, en vez de apresurarse a dar explicaciones, se enfocaron en dar consuelo emocional y mostrar compasión.

Eso es un excelente ejemplo de elegir bien cuándo hablar y qué decir.

🖼️ Imagen 1 – Jesus Hablando

Este es un buen momento para mostrar la primera imagen. Vemos a esús En la sinagoga de Nazaret, Jesús deja a la gente asombrada con sus hermosas palabras, donde se sintio con amor que sentia, y eso abrió corazones al mensaje de la Biblia.

🔹 2. Hablemos con amabilidad (Proverbios 25:15)

Veamos ahora el versículo 15:

“Con paciencia se convence a un gobernante, y la lengua amable puede quebrar un hueso.”

Este proverbio destaca el poder de la amabilidad. Las palabras suaves y respetuosas pueden lograr más que la dureza o la insistencia.

Jesús fue un ejemplo perfecto. En Lucas 4:22 se dice que “todos daban testimonio de él y estaban asombrados de las palabras agradables que salían de su boca”.

Él no solo hablaba con sabiduría, sino también con amabilidad. Incluso cuando corregía o enfrentaba oposición, nunca usó palabras hirientes o sarcásticas. 1 Pedro 2:23 nos recuerda que “cuando lo insultaban, no devolvía el insulto”.

Y algo interesante: la amabilidad se pone a prueba en las relaciones más cercanas. A veces, con quienes más queremos —como nuestra familia o amigos cercanos— bajamos la guardia y podemos ser más directos… a veces demasiado. Pero Jesús nunca actuó así.

Recordemos cuando sus apóstoles discutían sobre quién era el más importante. Jesús no los regañó con dureza. En cambio, usó a un niño como ejemplo para enseñarles una valiosa lección sobre humildad. Eso está en Marcos 9:33-37. ¡Qué tacto y sabiduría!

Nosotros también podemos cultivar ese tacto. Especialmente si tenemos responsabilidades, como los ancianos, quienes al dar consejo deben imitar a Jesús: con ternura, respeto y amor (Gálatas 6:1).

🖼️ Imagen 2 – Una joven hablando con respeto

Aquí es ideal mostrar la segunda imagen, que ilustra ese tipo de conversación sabia y amorosa. Fíjense cómo el rostro de la hna joven refleja respeto y cuidado, yalves este defendiendo su creencia. De seguro que de esa manera de responder la maestra lo tomara de la mejor forma.

🔹 3. Usemos palabras que animen a los demás (Proverbios 25:25)

Leamos Proverbios 25:25:

“Como agua fría para un alma cansada son las buenas noticias que llegan de un país lejano.”

Este proverbio nos muestra que las buenas noticias tienen un poder refrescante. Hoy, en un mundo cargado de malas noticias, nosotros podemos ser esa fuente de alivio para los demás.

Jesús amaba el ministerio. En Juan 4:34 dijo que hacer la voluntad de Dios era su alimento. Su entusiasmo era contagioso. ¿Pueden los demás ver que nosotros también encontramos gozo al predicar?

Si compartimos nuestras experiencias con humildad y entusiasmo, podríamos motivar a otros. Por ejemplo, si relatamos cómo una persona reaccionó positivamente a un mensaje bíblico o cómo sentimos el apoyo de Jehová al hablar con alguien difícil, eso puede dar ánimo y renovar las fuerzas espirituales de nuestros hermanos.

Pero cuidado: no se trata de contar “logros”. Se trata de animar, no impresionar.

A veces, una conversación breve después de una reunión, una palabra de aliento por mensaje o un comentario positivo puede ser justo lo que alguien necesita para seguir adelante.

💖 Conclusión 

¿No te parece impresionante lo mucho que pueden lograr nuestras palabras?

Con ellas podemos consolar a un corazón herido, suavizar una conversación tensa o inspirar a alguien que está desanimado. Pero para lograrlo, tenemos que hablar como Jehová quiere.

✔️ Elijamos el mejor momento para hablar.
✔️ Hablemos con amabilidad, como lo hizo Jesús.
✔️ Y usemos nuestras palabras para animar, no para criticar ni desanimar.

La próxima vez que abramos la boca para decir algo… pensemos:
“¿Será esto como una manzana de oro en una bandeja de plata?”
Si lo es, seguro será de gran valor para quien nos escuche.

Y entonces, nuestras palabras no solo serán sabias… serán una bendición.