📝Estudio de La Atalaya | Semana 22 al 28 de Septiembre de 2025 Cómo dar buenos consejos

Comentarios bien preparados del Estudio de La Atalaya | Semana 22 al 28 de Septiembre de 2025 Cómo dar buenos consejos

Comentarios bien preparados del Estudio de La Atalaya | Semana 22 al 28 de Septiembre de 2025

Reflexiona con este análisis del Estudio de La Atalaya (15 al 21 de septiembre de 2025) sobre cómo pedir consejo, elegir buenos consejeros y tomar decisiones sabias que honren a Jehová. Descubre ejemplos bíblicos como David y Rehoboam, y aprende lecciones prácticas para tu vida cristiana.

"Cómo dar buenos consejos"

1. ¿Quiénes tienen que aconsejar a otros, y por qué?

Comentario 1:
Dar consejos no es solo para quienes se sienten seguros al hablar; todos, en algún momento, debemos hacerlo. El amor verdadero nos impulsa a interesarnos por los demás, y aconsejar con sinceridad puede fortalecer amistades y reflejar que somos discípulos de Cristo.

Comentario 2:
A veces pensamos que aconsejar es tarea de los más experimentados, pero la Biblia muestra que todos podemos hacerlo. Cuando damos un consejo sincero, demostramos amor y ayudamos a otros a acercarse más a Jehová, creando lazos de confianza y apoyo mutuo.

Comentario 3 (lección en plural):
Aprendemos que aconsejar no es un privilegio de unos pocos, sino una responsabilidad compartida. Si amamos de verdad a nuestros hermanos, buscaremos el momento oportuno para darles palabras que los animen y los guíen, mostrando así que seguimos el ejemplo de Jesús.

2. ¿Qué tienen que saber hacer los ancianos, y por qué?

Comentario 1:
Los ancianos tienen la seria responsabilidad de pastorear al rebaño. Sus consejos, ya sea en discursos o en conversaciones personales, deben estar basados en la Palabra de Dios, pues de esa manera fortalecen la fe de cada miembro de la congregación.

Comentario 2:
En las reuniones, los ancianos muestran cómo dar consejos prácticos y con tacto. Al felicitar y corregir con amor, no solo ayudan al estudiante, sino que toda la congregación recibe ánimo y aprende a mejorar en su servicio a Jehová.

Comentario 3 (lección en plural):
Podemos imitar a los ancianos al dar consejos: ser sinceros, específicos y respetuosos. Cuando lo hacemos, no solo ayudamos a la persona directamente, sino que también edificamos a quienes escuchan, cumpliendo así con el mandato de pastorearnos unos a otros.

3. a) ¿Cómo podemos aprender a dar buenos consejos? b) ¿Qué veremos en este artículo?

Comentario 1:
Jesús es el mejor ejemplo de consejero. Sus palabras siempre eran oportunas, sabias y llenas de amor. Si basamos nuestros consejos en la Palabra de Dios y no en nuestras ideas, lograremos que sean útiles y edificantes para quienes los reciben.

Comentario 2:
Aprender a aconsejar implica observar cómo Jesús hablaba con calma, respeto y en el momento adecuado. No saturaba a sus discípulos con información, sino que les daba lo que podían asimilar. Ese equilibrio es clave para que nuestros consejos sean efectivos.

Comentario 3 (lección en plural):
Debemos esforzarnos por imitar a Jesús, el “Maravilloso Consejero”. Eso significa esperar el momento apropiado, hablar con respeto y basarnos siempre en la Biblia. Así, nuestros consejos serán un reflejo del amor de Jehová y tendrán un efecto positivo en los demás.

4, 5. ¿Qué deberíamos preguntarnos cuando alguien nos pide un consejo?

Comentario 1:
Cuando alguien nos pide consejo, lo primero no es responder rápido, sino preguntarnos si realmente tenemos el conocimiento necesario. A veces, lo más amoroso es dirigir a la persona hacia alguien más capacitado que pueda ayudarla mejor.

Comentario 2:
Un ejemplo claro es cuando alguien nos consulta sobre un tema médico. Aunque tengamos una opinión personal, lo más sabio y humilde es reconocer nuestras limitaciones y animar a la persona a buscar orientación de un especialista.

Comentario 3 (lección en plural):
Aprendemos que no siempre tenemos que tener todas las respuestas. Si reconocemos nuestras limitaciones y guiamos a otros hacia quienes sí pueden ayudar, mostramos amor verdadero y evitamos dar un consejo que pueda ser dañino o incompleto.

6. ¿Por qué quizás decidamos esperar antes de dar un consejo?

Comentario 1:
Aunque pensemos que sabemos la respuesta, es prudente esperar. Meditar, orar y reflexionar nos ayuda a asegurarnos de que lo que digamos esté en armonía con la voluntad de Jehová y no solo con nuestra opinión personal.

Comentario 2:
Responder con rapidez puede llevarnos a equivocarnos. Si dedicamos tiempo a investigar y a pensar, el consejo que demos será más equilibrado y tendrá un efecto positivo en la persona que lo reciba.

Comentario 3 (lección en plural):
Debemos aprender a ser pacientes antes de aconsejar. Si meditamos y buscamos la guía de Jehová, nuestras palabras estarán llenas de sabiduría y amor, y así ayudaremos de verdad a nuestros hermanos en lugar de confundirlos.

7. ¿Qué nos enseña el ejemplo de Natán?

Comentario 1:
Natán respondió de inmediato a David sin consultar a Jehová, y se equivocó. Esto nos enseña que, aunque tengamos buenas intenciones, debemos buscar primero la guía divina antes de aconsejar a otros.

Comentario 2:
El error de Natán muestra que incluso los siervos fieles pueden fallar si se apresuran a dar su opinión. La lección es clara: debemos ser lentos para hablar y rápidos para buscar la dirección de Jehová.

Comentario 3 (lección en plural):
Aprendemos que no debemos dejarnos llevar por la emoción del momento. Si consultamos a Jehová antes de aconsejar, evitaremos errores y daremos palabras que realmente reflejen su voluntad y fortalezcan a quienes nos escuchan

8. ¿Cuál es otra razón para tener cuidado al dar un consejo?

Comentario 1:
Si aconsejamos sin pensar y la persona sufre consecuencias negativas, podríamos ser responsables en parte. Por eso, antes de hablar, debemos reflexionar y asegurarnos de que nuestras palabras realmente edifiquen y no causen daño.

Comentario 2:
Un consejo mal dado puede marcar la vida de alguien. No basta con tener buenas intenciones; necesitamos prudencia y amor para pensar en los efectos que nuestras palabras tendrán en la decisión de la otra persona.

Comentario 3 (lección en plural):
Aprendemos que aconsejar es una gran responsabilidad. Antes de hablar, debemos meditar, orar y asegurarnos de que lo que digamos esté en armonía con la voluntad de Jehová, para no ser tropiezo sino apoyo verdadero.

9. ¿De qué deben asegurarse los ancianos antes de aconsejar a un hermano?

Comentario 1:
Los ancianos deben confirmar si el hermano realmente dio un paso en falso y no confundirlo con una decisión personal. Respetar la libertad de conciencia es esencial para no imponer cargas innecesarias.

Comentario 2:
El objetivo de los ancianos no es controlar, sino ayudar a que el hermano siga en el camino de la vida. Por eso, antes de aconsejar, deben asegurarse de que la situación lo amerite y no sea solo una preferencia personal.

Comentario 3 (lección en plural):
Aprendemos que debemos respetar la libertad que Jehová nos da. No todo es motivo de consejo; solo cuando alguien se desvía del camino correcto conviene intervenir con amor y cuidado, buscando siempre su bienestar espiritual.

10-12. ¿Qué deben hacer los ancianos cuando tienen que darle un consejo a alguien que no se lo ha pedido?

Comentario 1:
Dar un consejo no solicitado es delicado. Los ancianos primero deben preparar el terreno mostrando cariño y empatía, para que el hermano perciba que el consejo nace del amor y no de la crítica.

Comentario 2:
El ejemplo del agricultor enseña que antes de sembrar hay que ablandar la tierra. De igual modo, un anciano debe ganarse la confianza, hablar con tacto y luego usar la Biblia para guiar con claridad.

Comentario 3 (lección en plural):
Aprendemos que aconsejar requiere paciencia y ternura. Si mostramos aprecio, reconocemos lo bueno y oramos con la persona, será más fácil que acepte el consejo y lo vea como una ayuda de Jehová.

13. ¿Qué pueden hacer los ancianos para asegurarse de que la persona ha entendido bien el consejo?

Comentario 1:
Un consejo puede malinterpretarse si no se aclara. Por eso, los ancianos deben hacer preguntas con tacto para confirmar que el hermano entendió y sabe cómo aplicarlo en su vida.

Comentario 2:
La comunicación efectiva no termina al dar el consejo. Es necesario verificar que el mensaje fue comprendido, evitando así confusiones que podrían desanimar o desviar al hermano.

Comentario 3 (lección en plural):
Aprendemos que debemos asegurarnos de que nuestras palabras sean claras. Si preguntamos con respeto y escuchamos con atención, lograremos que el consejo cumpla su propósito de edificar y guiar.

14. ¿Por qué no debemos dar un consejo cuando estamos enojados?

Comentario 1:
El enojo nubla el juicio y puede hacer que nuestras palabras hieran en lugar de sanar. Un consejo dado en ese estado difícilmente reflejará la justicia y el amor de Dios.

Comentario 2:
Si hablamos bajo la ira, lo más probable es que empeoremos la situación. Es mejor esperar a calmarnos para que nuestras palabras sean constructivas y no destructivas.

Comentario 3 (lección en plural):
Aprendemos que debemos controlar nuestras emociones antes de aconsejar. Si esperamos a estar tranquilos, podremos hablar con respeto y amor, logrando que el consejo sea bien recibido.

15. ¿Qué nos enseña el ejemplo de Elihú?

Comentario 1:
Elihú esperó pacientemente antes de hablar. Aunque estaba molesto, se contuvo y luego aconsejó con respeto. Su ejemplo muestra que el momento y la manera son tan importantes como el consejo mismo.

Comentario 2:
El consejo de Elihú fue efectivo porque lo dio con calma y amor. Nos enseña que no basta con tener la razón; la actitud y el tono marcan la diferencia en cómo se recibe el mensaje.

Comentario 3 (lección en plural):
Aprendemos que debemos dar consejos en el tiempo apropiado y con respeto. Si imitamos a Elihú, lograremos que nuestras palabras edifiquen y reflejen el amor de Jehová, incluso en situaciones tensas.

16. ¿Qué aprende usted de lo que dice Salmo 32:8?

Comentario 1:
Jehová no solo da consejos, también permanece atento para ayudarnos a aplicarlos. Su ejemplo nos enseña a acompañar a quienes aconsejamos, mostrando interés genuino en su progreso.

Comentario 2:
El consejo de Jehová es personal y cercano, como el de un padre que guía con amor. Esto nos motiva a dar consejos que no sean fríos, sino llenos de empatía y seguimiento.

Comentario 3 (lección en plural):
Aprendemos que debemos imitar a Jehová: no basta con dar un consejo, también debemos estar pendientes de la persona, animándola y apoyándola para que logre aplicarlo en su vida.

17. ¿Qué se puede decir de los ancianos que dan consejos específicos y basados en la Biblia?

Comentario 1:
Los ancianos que aconsejan con la Palabra de Dios son como agua fresca en tierra árida. Sus palabras fortalecen y dan vida espiritual en tiempos difíciles.

Comentario 2:
Un buen consejo no siempre es lo que queremos oír, sino lo que necesitamos. Los ancianos que

📌 Cuando nos piden un consejo

Comentario 1:
Antes de responder, debemos preguntarnos si realmente conocemos el tema. Si no, lo más amoroso es dirigir a la persona hacia alguien más capacitado, evitando dar una opinión apresurada que pueda confundir o dañar.

Comentario 2:
Un buen consejo no siempre es inmediato. Conviene orar, meditar y reflexionar antes de hablar, para que nuestras palabras estén en armonía con la voluntad de Jehová y no solo con nuestras ideas personales.

Comentario 3 (lección en plural):
Aprendemos que no siempre tenemos que tener todas las respuestas. Si reconocemos nuestras limitaciones y buscamos la guía de Jehová, nuestros consejos serán más sabios y verdaderamente edificantes.

📌 Cuando tenemos que dar un consejo sin que nos lo pidan

Comentario 1:
Dar un consejo no solicitado requiere mucho tacto. Primero debemos mostrar cariño y aprecio, para que la persona perciba que nuestras palabras nacen del amor y no de la crítica o la superioridad.

Comentario 2:
Como el agricultor que prepara la tierra antes de sembrar, los ancianos y todos nosotros debemos preparar el corazón de la persona con amabilidad y respeto, para que el consejo sea bien recibido.

Comentario 3 (lección en plural):
Aprendemos que aconsejar sin que nos lo pidan exige paciencia. Si mostramos empatía, reconocemos lo bueno y usamos la Biblia con ternura, será más fácil que el consejo toque el corazón y produzca fruto.

📌 Cuando estamos enojados

Comentario 1:
El enojo nubla el juicio y puede hacer que nuestras palabras hieran en lugar de sanar. Si aconsejamos en ese estado, lo más probable es que empeoremos la situación en vez de mejorarla.

Comentario 2:
La Biblia enseña que la ira del hombre no produce la justicia de Dios. Por eso, es mejor esperar a calmarnos antes de hablar, para que nuestras palabras reflejen respeto y verdadero amor cristiano.

Comentario 3 (lección en plural):
Aprendemos que debemos controlar nuestras emociones antes de aconsejar. Si esperamos el momento adecuado y hablamos con calma, lograremos que el consejo sea edificante y bien recibido