Discurso Preparado de TESOROS DE LA BIBLIA de esta Semana del 29 de septiembre a 5 de octubre del 2025
Reflexiona con nosotros en la sección Tesoros de la Biblia de la semana del 29 de septiembre a 5 de octubre de septiembre de 2025. Basados en Eclesiastés 3 y 4, aprenderemos la importancia de entrenar a las siguientes generaciones para que continúen la obra de Jehová con energía y fidelidad. Descubre consejos prácticos para delegar, motivar y fortalecer a los jóvenes en la congregación.
Título: Fortalezcan su cuerda triple
Introducción
Imaginemos por un momento una cuerda. Una sola hebra puede romperse con facilidad. Dos hebras juntas resisten un poco más, pero siguen siendo frágiles. En cambio, cuando tres hebras se entrelazan, la cuerda se hace mucho más fuerte.
La Biblia usa esta comparación para hablarnos de los matrimonios. Eclesiastés 4:12 dice: “Y una cuerda triple no se rompe fácilmente”. ¿Qué significa esto? Que el esposo, la esposa y Jehová juntos forman una unión muy fuerte, que puede resistir cualquier prueba.
Hoy veremos tres formas prácticas de fortalecer esa “cuerda triple”.
1. Saquemos tiempo para tener buenas conversaciones (Ecl. 3:1)
La Biblia dice en Eclesiastés 3:1: “Para todo hay un tiempo señalado, sí, un tiempo para cada asunto bajo los cielos”. Eso incluye tiempo para conversar con nuestro cónyuge.
Hoy la tecnología puede ayudarnos. Por ejemplo, algunos matrimonios se envían mensajes cariñosos durante el día. Un simple “te quiero” o “te extraño” puede alegrar la jornada y fortalecer la unión.
Pero también puede ser un obstáculo. Algunos reconocen que han perdido momentos valiosos de conversación por estar pendientes del teléfono o la tableta. Una hermana comentó: “Estoy segura de que ha habido veces en las que mi esposo habría hablado más conmigo si yo no hubiera estado pegada al teléfono”.
Y es verdad. La socióloga Sherry Turkle lo llama “el mito de la multitarea”. Ella explica que cuando intentamos hacer varias cosas a la vez, en realidad nuestro rendimiento disminuye. Lo mismo pasa en el matrimonio: si hablamos con nuestra pareja mientras miramos el celular, le damos a entender que no tiene toda nuestra atención.
Una hermana dijo: “Me encanta hablar con mi esposo, pero no cuando se pone a hacer otras cosas al mismo tiempo, porque eso me da a entender que estaría igual de feliz si estuviera solo con su teléfono”.
Así que, si queremos fortalecer nuestra cuerda triple, hagamos pausas, apaguemos la pantalla y dediquemos tiempo de calidad a conversar.
2. Hagamos cosas juntos (Ecl. 4:9)
Leamos lo que dice Eclesiastés 4:9: “Dos son mejores que uno, porque obtienen más provecho de su duro trabajo”.
Los matrimonios cristianos pueden imitar a Áquila y Priscila, quienes trabajaban y predicaban juntos. Tal vez no siempre podamos tener los mismos proyectos, pero sí podemos buscar maneras de colaborar.
👉 (Aquí destacamos la imagen adjunta: un matrimonio leyendo la Biblia juntos y compartiendo un momento de calidad).
¿No refleja muy bien esta imagen lo que significa hacer cosas juntos? No es solo estar en el mismo lugar, sino compartir de verdad.
Robert y Linda, después de más de 50 años de casados, dicen que los momentos más felices no han sido los viajes ni las celebraciones, sino las tareas sencillas: lavar los platos juntos, trabajar en el jardín, o predicar como equipo.
Eso nos enseña algo: estar juntos no es lo mismo que estar unidos. Una hermana en Brasil lo expresó así: “Estar bajo el mismo techo no significa que estemos dedicándonos atención. La verdadera unión está en mirarnos, escucharnos y apoyarnos de corazón”.
Y si tal vez no nos gusta hacer lo mismo, no pasa nada. El amor es como una fogata: empieza con una pequeña llama y necesita que le echemos leña poco a poco. Eso significa buscar actividades sencillas que disfrutemos los dos y hacerlas con constancia. Con el tiempo, el amor seguirá ardiendo con más fuerza.
3. Esforcémonos los dos por fortalecer nuestra relación con Jehová (Ecl. 4:12)
Volvamos a Eclesiastés 4:12, donde leímos que “la cuerda triple no se rompe fácilmente”. La tercera hebra de esa cuerda es Jehová.
Si cada uno cultiva su amistad con Jehová, nuestro matrimonio se fortalece. ¿Por qué? Porque aprenderemos a imitar sus cualidades: paciencia, amabilidad, disposición para perdonar (Efesios 4:32–5:1).
Una hermana llamada Lena, con más de 25 años de casada, dijo: “¡Qué fácil es querer y respetar a una persona espiritual!”. Cuando el esposo y la esposa aman a Jehová, es más sencillo resolver los problemas y mantener la paz en el hogar.
Y aquí podemos hacernos una pregunta personal: “Si paso largos periodos separado de mi pareja, quizás por trabajo o viajes, ¿qué impacto tendrá eso en nuestro matrimonio?”. Si los dos seguimos cerca de Jehová, esa distancia no debilitará la unión, porque nuestra cuerda no depende solo de dos hebras, sino de tres.
Conclusión
Hemos visto tres maneras prácticas de fortalecer nuestra cuerda triple:
-
Sacar tiempo para conversar de corazón.
-
Hacer cosas juntos y disfrutar la compañía mutua.
-
Y lo más importante, mantener a Jehová en el centro de nuestro matrimonio.
Queridos hermanos, cada vez que dedicamos tiempo a hablar con nuestra pareja, cada vez que hacemos algo juntos con amor y, sobre todo, cada vez que oramos y servimos a Jehová unidos, estamos entrelazando más fuerte esa cuerda.
Y cuando las pruebas lleguen —porque siempre llegan—, esa cuerda no se romperá, porque no son solo dos hilos: somos tres, con Jehová en el centro.
